La princesa de la Torre

 Nada más bajar de la estación de tren de Pinto vemos un viejo torreón cuya antiguedad no se acerca a nada cercano, ni siquiera con los restos de la fábrica de chocolateque se encuentran enfrente suya. Esta construcción que data de mitades del siglo XIV fue clave dentro de una de las mayores conspiraciones del reinado de Felipe II, siendo residencia (forzada) de uno de los personajes más interesantes del siglo XVI, Ana de Mendoza y  de la Cerda, llamada popularmente la princesa de Éboli.

Se dice que esta princesa era la amante de Antonio Pérez, secretario de cámara y del Consejo de Estado del rey. En aquel entonces, el hermano bastardo de Felipe II, Juan de Austria, se encontraba intentando aplacarlas revueltas en Flandes, y su secretario, Juan de Escobedo, fue enviado a Madrid para tratar estos asuntos con el rey. Antonio Pérez vio que sus asuntos en Flandes podían peligrar, así que convenció al rey para orquestar el asesinato de Juan  de Escobedo, que tras varios intentos de envenenamiento, fue apuñalado en una calle de Madrid el 23 de marzo de 1578.

Los familiares del falllecido y los enemigos de Antonio Pérez consiguieron en 1589 que fuera procesado y culpado del asesinato, pero Antonio Pérez logró escapar a Aragón desencadenando los conflictos que acabarían reformando los fueros aragoneses y reforzando la posición autoritaria del rey. Pero... ¿y Ana de Mendoza?

Ella también fue apresada por estas cuestiones, y encerrada en el torreón  de Pinto. Tras pasar un año aquí, fue traslada a Pastrana, donde permaneció encerrada hasta su mueerte 10 años después. Todo tipo de rumores sobre por qué Felipe II fue tan duro con ella han llegado a nuestros días. Se dice que fueron amantes de jóvenes y que resentía la relación de Mendoza con Pérez. También se hace referencia al intento dde Ana de casar a sus hijos con los herederos de Portugal antes de que Felipe II lo anexionara. Tal vez simplemente la princesa de Éboli fuera una voz disidente femenia en la corte que causaba molestias e inquietud general.

Por desgracia, los regímenes de visita de la torre son muy irregulares. Parece ser que el alcalde ha anunciado que la primavera que viene se volverá a abrir al público, pero  no se ha dado una fecha exacta. Aun así, siempre que bajes de la estación de tren, la torre te dará la bienvenida al municipio.



 

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Escorial, el pueblo a la sombra de un monasterio

Un recorrido por la ciudad del saber

A falta de uno...