Los inicios de Nuevo Baztán.
Nuevo Baztán se localiza en la zona sureste de la Comunidad de Madrid, más específicamente en la región natural de Los Páramos entre los valles del Henares y el Tajuña en una zona llamada “la Alcarria Madrileña”. Se encuentra a 47 kilómetros de Madrid y se puede llegar en coche desde varias carreteras y en bus la ruta más rápida desde Madrid capital es mediante la línea 261 que parte de Avenida de América. Desde la Universidad, lo recomendable es coger el 441 o 442 en sentido a Plaza Elíptica, una vez allí, tomar la línea 6 hasta Avenida América y tomar el 261 allí Según como se ha comentado antes. Desde Atocha lo recomendable es coger el tren C7 hasta Torrejón de Ardoz, de ahí, tomar también el 261 hasta llegar al lugar. Desde Chamartín hay variaciones, se debe tomar el C7 hacia Alcalá, bajándose en Vicálvaro, de ahí se toma la línea 9 de metro en puerta de Arganda y pasar 5 paradas hasta Arganda del Rey. Al salir se debe tomar el bus interurbano, en esta ocasión el 321 y llegando al lugar tras 21 paradas.
Según el registro de población de COAM, el primero de 1847 consta de 315 habitantes, desde ese momento la población cayó hasta los 233 en los años 60 del siglo pasado para volver a crecer hasta los datos de 2006 que alcanzan los 5.683 habitantes. La cifra en 2021 llegó a los 7.000.
No hay prácticamente constancia de antiguas poblaciones del Paleolítico en la zona, aunque muy posiblemente su buena posición defensiva en términos estratégicos pudiera ser una ventaja a la hora de formar un asentamiento. Sí que se conoce la existencia de un poblado de la Edad de Bronce gracias a restos encontrados en la zona vecina de Olmeda de las Fuentes. Puede que dos vías creadas por los romanos pasaran por la zona y con seguridad varias granjas de origen visigodo y árabe poblarían la zona. Se tiene constancia de que en Olmeda pudiera existir un asentamiento defensivo musulmán para frenar el avance de la Reconquista de los pueblos cristianos que venía del norte, aunque con la toma de Toledo en 1085 hubo un retroceso de las tropas cristianos tres años después tras perder Alcalá, y con ello toda la zona de Nuevo Baztán. Es en 1135 donde se reconoce en el Viejo Fuero de Alcalá a Olmeda como población con el objetivo de repoblar la zona de manos del arzobispo de Toledo.
El actual término municipal debía de estar despoblado, según el propietario, don Juan de Goyeneche en el siglo XVIII sólo existía una ermita además de un molino que todavía pueden ser vistos en la Senda de Valmores, aunque no se conoce su datación. Olmeda contó a principios del siglo XVI, donde todavía no había constancia de Nuevo Baztán como tal, con un florecimiento económico que se vio estancado por culpa de una reducción de la demografía, pero en 1564, pagando 892.500 maravedíes consiguió el derecho de villazgo independizándose así de Alcalá aunque tenía que seguir cumpliendo una serie de exigencias y deberes. Ante la imposibilidad de liquidar las rentas de su independencia Olmeda se vio obligada a venderse como villa de señorío, por lo que pasó a pertenecer a Baltasar Lomelín que pagó a la corona para liquidar la deuda de la zona. Más tarde, volvió a ser vendida a Alonso Núñez de Bohórquez, pero la población empleó el derecho de tanteo y volvió a adquirir su independencia. Esto duró cien años, hasta que el pueblo se vio obligado a volver a venderse y pasó a formar parte del patrimonio de don Fernando Antonio de Loyola. Este es un cortesano cercano a la figura de Carlos II, rey que le otorgó el título de marqués de la Olmeda. Dentro del término municipal de Olmeda, se encontraba el territorio segregado de Nuevo Baztán.
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